lunes, 8 de febrero de 2010

La sombra del atardecer

Cuando camines bajo el atardecer y sientas que tu alma no puede dar otro paso, busca mi sombra entre los arboles,ahi estare. No habra lugar en el mundo en el que siga tus pasos. Puesto que yo no dejare de estar presente en tu vida.

Acurrucate a la puesta de sol bajo un arbol grande, frondoso, que te de sombra y sentiras mis brazos rodeando tu cuerpo con el vaiven del viento. Y en el sueño que tendras percibiras mi aroma, tan sublime y cauto que para tus sentidos que seras la unica en saber que estoy ahi.

No me busques con la vista por que saldras de mi hechizo y sentiras un frio que correra desde tus pies hasta tu pecho y te hara temblar. Tratar de darte cuenta de que no estoy cerca sera como buscar a simple vista la brisa.

Mejor cierra tus ojos, deja que mis brazos te den el calor que necesita tu cuerpo y que mis besos corran por tu cuello hasta que pierdas la cordura en unos instantes. Mientras yo acariciaré tu ser como siempre lo habia hecho; como a ti te gusta sentir mis manos tocarte, como se tocan los petalos de una rosa, con la suavidad extaciada que produce el contacto con dichos petalos.

Mas te dejare un instante para que puedas huir y vuelvas en un mañana futuro; por que de quedarte no tendras nocion del tiempo y eso provocaria tu muerte.

Mas no te preocupes no permitiria que te ocurra nada; aun es temprano amor mio disfruta lo que te entrego y vive para seguir sintiendo mi amor a través el tiempo.

Atte. La sombra del viento

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